UBB participa de innovador emprendimiento que incorpora colihue en tablas de snowboard

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Iniciativa local de emprendimiento cuenta con el apoyo del Laboratorio de Diseño y Tecnología en Maderas de la UBB y busca reforzar la identidad regional y nacional.

El origen de este emprendimiento, liderado por el arquitecto Diego Rojas, nace gracias al financiamiento adjudicado en un concurso de Innova Bío-Bío, que contó con el patrocinio de la Incubadora de Negocios CREando, y la asesoría de profesionales del Laboratorio de Diseño y Tecnología en Madera ambos de la Universidad del Bio-Bío.

El objetivo general del proyecto patrocinado por la UBB, es fabricar, a costos competitivos, una tabla de snowboard que incorporara como material, el colihue obtenido en el sur de Chile. En lo específico, el proyecto busca desarrollar prototipos que sean sometidos a pruebas de laboratorio para la comparación de resultados con tablas similares ya existentes y validadas en el mercado.

Diego Rojas responsable de esta iniciativa se define como arquitecto ysnowboarder. “Siempre he sido un apasionado por la nieve. Cuando chico, me gustaba mucho la nieve y practicaba mucho, pero era un deporte muy caro y siempre tenía que conformarme con la tabla que estaba en oferta, no podía comprar una que fuera específica para mí. Por eso, me motivé: quería vivir de la montaña, pero también aplicar mis conocimientos y capacidades. Yo quería hacer tablas de snowboard y un amigo mío, me dijo que en la UBB, estaban todas las máquinas que necesitaba y vinimos a verlas. Entonces, me interesó poder trabajar con ellos, así es que pedí asesoría de la incubadora, porque además, podría recibir patrocinio y asesoría para postular a algún fondo, y poder acceder a las máquinas de este taller que debe ser el más completo de Concepción”.

“El uso del colihue tiene que ver con aplicar innovación en el producto. Pero también con la reflexión de que la materia prima chilena siempre es exportada para que la devuelvan con un valor agregado. Así, me puse a pensar en el bambú, que es un material muy bueno para la fabricación de tablas. Y nos pusimos a investigar y descubrimos que el colihue era bien parecido, en sus propiedades. Así es que decidimos innovar con esto”, explica Diego.

“Lo del nombre no estaba definido al momento del postular el proyecto. Sí habíamos decididos que seguiríamos alguna línea étnica que respondiera a la Región del Biobío. Y, al comenzar a buscar nombres posibles, encontramos éste, que nos agradó. ‘Pillán’ son los espíritus de los antepasados de los mapuches, que habitan los volcanes y las montañas”, afirma el emprendedor.

Actualmente, el proyecto ya cuenta con dos prototipos, el original y un segundo que recoge el aprendizaje que arrojaron las pruebas realizadas en terreno y en laboratorio. En el segundo prototipo, se incorporó fibra de carbono, además de añadir capas de fibra de vidrio, lo que contribuyó a mejorar la flexibilidad y resistencia del segundo prototipo de tabla. “La sometimos a una prueba de flexión, aplicando 180 kilógramos de peso en el centro, y bajó 40 milímetros. Al sacar la carga, recuperó su forma de inmediato, no hubo crujidos, ni ningún tipo de fractura, volvió a su posición”, explicó el académico  Izaúl Parra, investigador UBB, y encargado de las pruebas de laboratorio a que se sometieron los prototipos.

El profesor Parra –ex alumno y, actualmente, docente de la Escuela de Diseño, desde hace 10 años- estuvo a cargo del desarrollo del proceso productivo del proyecto. “Tenía alguna experiencia anterior trabajando con resina y por eso, el encargado del laboratorio, Víctor Rosales, me invitó a participar del proyecto, pero yo quise involucrarme en todas las fases. Nunca había construido nada parecido a estas tablas, pero investigando, fuimos accediendo a más información. A partir de eso, le dediqué muchas horas al diseño de todas las matrices y soluciones constructivas para poder llegar a este producto”, explica el docente, dando detalles del pegado de los colihues para la conformación de la rústica pieza de madera que dará vida a la tabla, tras un extenso proceso de fresado, aplicación de piezas plásticas, resina y fibra de vidrio, entre otros materiales, además de la aplicación de los logotipos correspondientes a la marca.

El proyecto fue postulado para financiamiento en octubre de 2014, y los fondos recibidos ($4.953.833.-) fueron adjudicados por Innova Bío-Bío en diciembre de ese año. La iniciativa se ejecutó hasta noviembre de 2015. Pero los planes no se detienen ahí y, durante 2016, Diego espera seguir trabajando con el profesor Izaúl Parra en el desarrollo de nuevos prototipos, implementando en paralelo diversas estrategias de marketing ligadas a su marca. “Postularemos a otro fondo, porque sería ideal adjudicar para seguir con el apoyo financiero. Pero tampoco vemos esto como una limitante para seguir con el proyecto, porque ahora queremos generar una marca que no esté relacionado sólo con las tablas de snowboard, sino produciendo otras cosas, como ropa deportiva, y artículos de merchandising por ejemplo”, señala el profesional.

“Esperamos tener de aquí a dos años, una marca que sea reconocida, a lo menos, a nivel local, a pesar de que éste es un deporte que no es masivo, porque Chile no es un país en que haya cultura de montaña, a pesar de que tenemos una de las cordilleras más espectaculares del mundo. En los centros de esquí de la Región, al año suben alrededor de 20 mil personas, según Sernatur, entre los que seguramente, las personas se repiten”, explica Diego sobre los desafíos futuros, destacando que el stand de “Pillán” fue reconocido en la Feria de Innovación de Innova Bío-Bío 2015.

 

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